Investigadores de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) han llevado a cabo un estudio que revela que el cerebro responde a desenlaces emocionales inesperados independientemente de la dirección del cambio emocional y sugiere la posibilidad de que la fuerza de expectativas positivas y negativas pueda ajustarse antes de la experimentación de acontecimientos inesperados. Continuamente estamos procesando el entorno y, de modo consciente o no, detectamos congruencias y divergencias con lo que esperamos que ocurra. En psicología se ha demostrado la existencia de sesgos o ilusiones positivas en personas psicológicamente saludables en tres dominios: en el concepto de uno mismo (autoestima), en el grado de control que uno considera que ejerce sobre su entorno (ilusión de control), y en la predicción de acontecimientos futuros (sesgos positivos). Los estudios de la actividad eléctrica cerebral humana pueden constituir una formidable ventana a los procesos a través de los cuales se regula...