Desde hace años, los neurocientíficos tratan de averiguar si la voz influye a la hora de procesar la información o si entendemos una palabra de un modo u otro según quien la pronuncie. Ahora, un estudio realizado por el Basque Center on Cognition, Brain and Language (BCBL) de San Sebastián (España) concluye que, efectivamente, las ondas sonoras transmiten información más allá del significado léxico de las palabras.
Esta investigación, publicada online en el Journal of Memory and Language, ha comprobado que las palabras llevan información indexada a través de la voz.
Liderado por Efthymia Kapnoula, el trabajo determina que el significado que damos a las palabras está condicionado por factores que no se limitan simplemente a la información léxica. Las personas y, en concreto, sus voces, tienen mucho que decir en la representación mental de las palabras.
Hace una década otro estudio concluyó que la persona que habla influye a la hora de escuchar una frase. “Este experimento demostró que si escuchamos de la boca de un niño o niña una frase como ‘cada noche tomo un poco de vino antes de irme a dormir’, nuestro cerebro se sorprende. Sin embargo, no ocurre lo mismo si esa frase la pronuncia una persona adulta”, afirma Kapnoula.
No obstante, el equipo del BCBL pretendía ir más allá y determinar si esa información adicional que ofrece la voz del hablante se guarda en el cerebro del interlocutor como parte de la representación léxica de las mismas.
“Todas las palabras que conoce una persona componen lo que llamamos léxico mental, y se piensa que cada una de ellas es abstracta en el sentido de que solo lleva información lingüística. La identidad de la persona que pronuncia la palabra es información no lingüística y, hasta ahora, se pensaba que no se guardaba en el léxico mental”, explica la investigadora.
El estudio ha examinado, en concreto, si las representaciones cognitivas de las palabras llevan información sobre la voz del hablante que las pronuncia. Así, el experimento ha consistido en que los participantes aprendieran una serie de palabras que desconocían, emitidas por voces diferentes. “En esas sesiones manipulamos la frecuencia en la que una palabra hablada en una voz específica se usaba para referirse a una imagen. Los resultados mostraron que las nuevas palabras fueron activadas más rápido cuando la voz coincidía con la imagen”, detalla Kapnoula.
El descubrimiento supone comprender en qué consiste el léxico mental. “Entender la naturaleza de las representaciones lexicales es un requisito previo para toda la investigación relacionada con las palabras, así como para descubrir cómo la gente las aprende y procesa”, afirma. Kapnoula reconoce que aún queda mucho por estudiar en este aspecto. “Una posible dirección es investigar si este efecto de la voz es aún más fuerte en niños y niñas, en los que el léxico mental está todavía desarrollándose de una manera más drástica”, concluye.
Esta investigación, publicada online en el Journal of Memory and Language, ha comprobado que las palabras llevan información indexada a través de la voz.
Liderado por Efthymia Kapnoula, el trabajo determina que el significado que damos a las palabras está condicionado por factores que no se limitan simplemente a la información léxica. Las personas y, en concreto, sus voces, tienen mucho que decir en la representación mental de las palabras.
Hace una década otro estudio concluyó que la persona que habla influye a la hora de escuchar una frase. “Este experimento demostró que si escuchamos de la boca de un niño o niña una frase como ‘cada noche tomo un poco de vino antes de irme a dormir’, nuestro cerebro se sorprende. Sin embargo, no ocurre lo mismo si esa frase la pronuncia una persona adulta”, afirma Kapnoula.
No obstante, el equipo del BCBL pretendía ir más allá y determinar si esa información adicional que ofrece la voz del hablante se guarda en el cerebro del interlocutor como parte de la representación léxica de las mismas.
“Todas las palabras que conoce una persona componen lo que llamamos léxico mental, y se piensa que cada una de ellas es abstracta en el sentido de que solo lleva información lingüística. La identidad de la persona que pronuncia la palabra es información no lingüística y, hasta ahora, se pensaba que no se guardaba en el léxico mental”, explica la investigadora.
El estudio ha examinado, en concreto, si las representaciones cognitivas de las palabras llevan información sobre la voz del hablante que las pronuncia. Así, el experimento ha consistido en que los participantes aprendieran una serie de palabras que desconocían, emitidas por voces diferentes. “En esas sesiones manipulamos la frecuencia en la que una palabra hablada en una voz específica se usaba para referirse a una imagen. Los resultados mostraron que las nuevas palabras fueron activadas más rápido cuando la voz coincidía con la imagen”, detalla Kapnoula.
El descubrimiento supone comprender en qué consiste el léxico mental. “Entender la naturaleza de las representaciones lexicales es un requisito previo para toda la investigación relacionada con las palabras, así como para descubrir cómo la gente las aprende y procesa”, afirma. Kapnoula reconoce que aún queda mucho por estudiar en este aspecto. “Una posible dirección es investigar si este efecto de la voz es aún más fuerte en niños y niñas, en los que el léxico mental está todavía desarrollándose de una manera más drástica”, concluye.
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