Resulta un avance sustantivo en materia de derechos laborales de este sector y modifica el Decreto de 1956, de la dictadura militar del General Aramburu.
El interventor del INADI, Pedro Mouratian, afirmó "la Ley dignifica, empodera y defiende la identidad de las trabajadoras de casas particulares".
El funcionario contó que "en nuestro país el número de trabajadoras del sector es de más un millón de mujeres, de las cuales una gran porcentaje son migrantes de países limítrofes o de diversas provincias del interior del país".
"Desde el Inadi sentimos que esta Ley repara inequidades históricas y constituye un impulso hacia nuevos paradigmas en materia laboral", ponderó.
La nueva ley apunta a dejar atrás la informalidad en el trabajo doméstico, avanzar hacia el empleo registrado de las trabajadoras y amplia sus derechos.
Sobre este último punto se especifica sobre licencias por maternidad, matrimonio o por enfermedad, así como también en el régimen de pensiones y de asignaciones familiares.
"Por primera vez se reconoce el valor económico que esta actividad aporta a la sociedad”, sostuvo el interventor de INADI.
La Ley resulta fundamental porque otorga derechos a una actividad laboral muy informal y desregulada que afecta casi en un 95% a mujeres, en su gran mayoría en situación de pobreza y bajos niveles de instrucción.
Esta nueva ley establece una jornada de trabajo que no puede pasar las 8 horas diarias o 48 semanales, y el resto deberán ser pagas como extras, incorpora el descanso semanal, las licencias por maternidad, el seguro por accidente de trabajo, entre otros derechos asignados.
La normativa se encuentra en el plexo normativo de ampliación de derechos que Argentina viene llevando adelante en los últimos 10 años.
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