El desarrollo sostenible pasa por construir un mundo sin desigualdades y seres humanos excluidos, un principio que debe dominar el establecimiento de la agenda post-2015, afirmó hoy el presidente de la Asamblea General de Naciones Unidas, John Ashe.
Al inaugurar aquí un debate de alto nivel sobre el aporte de las mujeres, los jóvenes y la sociedad civil al nuevo marco de desarrollo, el diplomático pidió centrar el evento de dos días en la búsqueda de acciones que lleven a la igualdad, la inclusión y la participación.
Las desigualdades prevalecen en muchas áreas de la humanidad, tanto entre países y regiones, como hacia el interior de los estados, un escenario que limita el potencial del desarrollo sostenible y golpea los esfuerzos por erradicar la pobreza, advirtió. Según Ashe, las disparidades son notables en los ingresos, el nivel de vida, el acceso a los recursos naturales, la educación, la salud y el empleo decente.
Estamos ante un desbalance con frecuencia ligado a la discriminación por motivos de género, edad, religión, discapacidad y origen étnico, dijo en la instalación del foro, el segundo de los seis previstos por la Asamblea General para contribuir con las gestiones destinadas a fijar un nuevo marco de desarrollo.
La comunidad internacional trabaja en la elaboración de nuevos objetivos de progreso global en armonía con la naturaleza, que sustituirán en 2015 a las metas del milenio establecidas hace 14 años.
En esa agenda es fundamental la participación de la mujer, los jóvenes y la sociedad civil, destacó el presidente del principal órgano de Naciones Unidas, porque acoge en igualdad de condiciones a sus 193 países miembros.
Ashe afirmó que pese al papel de las féminas en la economía, la política y la sociedad; no se ha avanzado lo suficiente en la implementación de la Declaración y el Plan de Acción de Beijing, en 1995, plataformas que resaltaron el protagonismo de la mujer en el desarrollo.
Siguen la desigualdad de género, la violencia, la discriminación y la falta de acceso a derechos fundamentales como la salud y la educación, no podrá haber progreso si no se aprovechan al máximo el talento y las habilidades de la mitad de la población mundial, subrayó.
Respecto a los jóvenes y adolescentes, señaló que uno de los pilares del desarrollo sostenible debe fundarse en el aporte de las mil 800 personas que integran ese segmento, un cuarto de los habitantes del planeta.
"Mientras se les continúen negando oportunidades y recursos, estarán lejos de desplegar todo su potencial", expuso.
Ashe también reiteró la contribución de la sociedad civil a la agenda post-2015.
Se trata de un sector vital para identificar estrategias y monitorear el cumplimiento de los nuevos objetivos, precisó.
Durante dos días, ministros, funcionarios, diplomáticos y representantes de diversas organizaciones debatirán en plenaria y en paneles sobre el aporte de las mujeres, los jóvenes y la sociedad civil al desarrollo sostenible.
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