Para que la accesibilidad de los medios electrónicos sea real, la presentación de los sitios web debe permitir que los usuarios discapacitados tengan acceso a la información.
Para los usuarios ciegos, los sitios web deben ser interpretados por programas que lean los textos en voz alta y describan las imágenes.
Para los usuarios con grave discapacidad visual, el tamaño de los textos debe ser modificable, y los colores deben contrastar claramente.
Para los usuarios sordos o con deficiencias auditivas, los documentos en audio deben ir acompañados de las correspondientes transcripciones o de un video con lenguaje de signos.
A nivel internacional, el World Wide Web Consortium (W3C) ha preparado unas Directrices sobre la accesibilidad de los contenidos en la web.
La Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad, que entró en vigor el 3 de mayo de 2008, también subraya que hay que garantizar a las personas con discapacidad la igualdad de acceso a las TIC, y contribuirá a eliminar los obstáculos que impiden el acceso a la información, en particular por Internet.
Las leyes y reglamentos nacionales pueden fomentar el cumplimiento de las normas de accesibilidad.
Para muchas personas, las TIC, entre ellas Internet, son hoy en día indispensables para la economía, la educación y la vida social.
Para que las personas con discapacidad tengan iguales posibilidades de acceso a la información que los demás, los sitios web deben poder ser consultados por todos.
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