La práctica, llamada boosting (puede ser traducida como "empuje" o "estímulo"), tiene como objetivo incrementar la presión sanguínea y de esta forma ser más competitivo.
El boosting está prohibido por el Comité Internacional Paralímpico (IPC, por sus siglas en inglés).
Pero algunos investigadores creen que "hay atletas que recurren a estos actos desesperados para competir a un mayor nivel", señala la agencia británica.
El boosting se considera "un atajo" para esa mayor presión sanguínea y la mejora del desempeño que viene con ella.
En emergencia médica esta práctica se define "disreflexia autonómica" (DA): condición que puede poner en riesgo la vida y se puede considerar una emergencia médica.
El Comité prohíbe que los atletas "compitan en un peligroso estado de disreflexia", sita la agencia británica.
Se considera peligroso cuando la presión sistólica está por sobre los 180 mm Hg (milímetros del mercurio) o es superior. El boosting ha sido prohibido desde 1994.
Comentarios
Publicar un comentario