“El motivo por el cual hoy estamos todos acá tiene que ver con la necesidad de entender al deporte como integrador, inclusivo; como un lugar de encuentro entre las personas y no como una competencia, como un sinónimo de agresión, violencia y discriminación. Este es el mensaje que hoy, queremos dar”, sintetizó el delegado rionegrino del INADI, Julio Accavallo, al comienzo del encuentro.
El evento comenzó pasadas las 14 horas con la Murga del Tomate, de la escuela de arte para personas con discapacidad, Cre-Arte. “Discriminación, racismo, intolerancia. Son cosas tristes que nos hacen mal. La violencia y el odio nada enseñan; entre nosotros algo tiene que cambiar”, cantaban los artistas que integran la murga que nació en 2008 y coordinada por Claudio Bio cuenta hoy con 50 integrantes.
En la tarde del sábado, se practicó voley, básquet, fútbol, entre otros deportes. Se realizaron caminatas y las bicicletas invadieron el predio del velódromo. Casi al término de la jornada, los organizadores convocaron a todos los participantes a una clase de gimnasia y baile que se extendió por una media hora.
En una ambulancia ubicada en uno de los costados del velódromo, personal del Hospital Zonal Ramón Carrillo procedió a vacunar y a tomar la presión a quienes lo solicitaban. Al cierre, la Escuela Militar de Montaña ofreció un chocolate caliente.
“Estas jornadas se iniciaron allá por 2009 en el Estadio Municipal cuando los chicos del Club Arco Iris, del barrio Virgen Misionera, fueron agredidos verbalmente. A partir de ahí, nos reunimos año a año para sensibilizar y concientizar a la población acerca de la necesidad de entender el deporte como lugar de encuentro para compartir y no como separación y división que tan mal nos hace como sociedad”, concluyó Accavallo.
Comentarios
Publicar un comentario