La inmensa mayoría de las personas no se acuerda de nada que le haya ocurrido antes de los tres años de edad, y aunque esto es algo que se da en diferentes especies, el por qué ocurre sigue siendo un misterio.
Freud, siendo Freud, lo nombró como “amnesia infantil” y le echó la culpa al sexo: esos momentos tempranos son reprimidos de manera activa por su alto contenido psicosexual.
Esa idea ahora es “reprimida de forma activa” por la ciencia moderna, que a cambio apunta a que sea uno de esos raros caprichos de la naturaleza en el desarrollo del cerebro y que el olvido de los infantes sea parte de ese proceso.
Algunos investigadores piensan que el cerebro joven tal vez aún no haya desarrollado la habilidad para almacenar información en la memoria.
Otros piensan que la tan rápida reorganización del cerebro que está ocurriendo en los primeros años de vida acarrea escribir sobre lo que ya ha sido escrito y hacerlo a gran velocidad.
Estas teorías contemporáneas se fundamentan en una misma suposición: que nuestros recuerdos de cuando éramos bebés son borrados.
Freud, siendo Freud, lo nombró como “amnesia infantil” y le echó la culpa al sexo: esos momentos tempranos son reprimidos de manera activa por su alto contenido psicosexual.
Esa idea ahora es “reprimida de forma activa” por la ciencia moderna, que a cambio apunta a que sea uno de esos raros caprichos de la naturaleza en el desarrollo del cerebro y que el olvido de los infantes sea parte de ese proceso.
Algunos investigadores piensan que el cerebro joven tal vez aún no haya desarrollado la habilidad para almacenar información en la memoria.
Otros piensan que la tan rápida reorganización del cerebro que está ocurriendo en los primeros años de vida acarrea escribir sobre lo que ya ha sido escrito y hacerlo a gran velocidad.
Estas teorías contemporáneas se fundamentan en una misma suposición: que nuestros recuerdos de cuando éramos bebés son borrados.
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